enero 12, 2011

El día sin coches

A raíz de la discusión que ha generado el artículo anterior (la más larga de la humilde historia de este blog), he reflexionado sobre el día sin coches, otros objetos que emiten una gran cantidad de humo, además de ruido. Se "celebra" cada 22 de septiembre, desde hace algunos años, y su presunto objetivo es fomentar el uso del transporte público y desincentivar el de los automóviles particulares, para reducir la contaminación, ahorrar petróleo y hacer de la ciudad un entorno más agradable.
Sin embargo, el más que deficiente transporte público existente hoy día hace que este día sea el día del caos si se prohíbe la circulación o pase completamente desapercibido en caso contrario.
Me pregunto entonces por qué se sigue celebrando.
¿Será para que todos veamos lo mal que funciona el transporte público? ¿Será para que produzca justo el efecto contrario? ¿Será para que la mayor parte de la población siga pensando que el automóvil es un producto de primera necesidad? ¿Será para que sigan vendiéndose coches y gasolina?

El transporte público no funciona mal porque sea público, funciona mal porque está mal hecho.

2 comentarios:

Silvano dijo...

Es como la Navidad, un día al año para hacer buenas acciones.

Las Botas Humeantes dijo...

Exacto; típica iniciativa pijoprogre para que la gente se sienta mejor con lo ecocapullos que son; de la misma manera que las ONG´s... en vez de atacar el verdadero problema (Ciudades hechas por y para el tráfico motorizado, ausencia de carriles bici bioen diseñados, transporte público deficiente e insuficiente...) se decide hacer un día para que todos veamos lo maravillosos que sería el mundo sin coches.

El problema es que con las condiciones antes mencionadas un mundo sin coches es una mierda...