marzo 14, 2007

España da vergüenza

Sonrojo avergonzado de mi país, el que me ha tocado en suerte, cuando miro a tanta, demasiada gente, insultar al presidente del gobierno como si se tratara éste de un árbitro de fútbol. Y ni pretendo defender a J. L. R. Zapatero ni al PSOE, ni tampoco -no vaya a ser que alguien me encarcele- a Iñaki de Juana. No pretendo defender a nadie, porque nadie veo desde hace tiempo que se merezca un poco de defensa.

-Salgan ustedes a la calle y exijan venganza- dijo él (con otras palabras). Y actuó de forma inteligente, pues de sobra sabe que muchos le harán caso. Y con tres toneladas de alma me quedo cuando un grupete más o menos bienintencionado reparte octavillas, manda correos, a veces incluso logran hacerse oír en la radio, para ver si entre todos logran bajar el precio de la vivienda y parar de una vez a toda esa basura inhumana, especuladora, amoral y babosa que destruye a la par paisajes naturales y proyectos personales, y ni dios le hace caso. Y eso que a muchos les tocará pagar un piso de esos que valen a millón la baldosa.

¿Qué es lo que impulsa a estos vergonzantes españoles a salir a la calle, bandera constitucional (o con diversos animalitos, como toros y águilas) en mano? ¿Es su indignación por la prisión atenuada de de Juana? ¿O será quizá el viaje con todos los gastos pagados que el PP puede regalarles, a diferencia del grupete antes mencionado? ¿Podrá ser que el motor moral de su actividad sea su odio a Zapatero por... por ser "rojo", es decir, del equipo contrario?

Nada se puede esperar de una nación repleta de fachas ignorantes, borregos amansados que balan al son del primero que les hace gracia, que esperan en sus carísimas viviendas a que les toque la lotería, para poder comprarse un coche mejor que el vecino.

Escribo esto por desahogo, no porque piense que vaya a servir para algo. Escribir palabras sensatas para que los españoles reaccionen es como, para que se asuste un sordo, decirle "Bu".