octubre 08, 2006

Para pensar

Durante el verano he participado -no demasiado, la verdad- en la creación de un canal de irc con su correspondiente web. Entre otras secciones destacan una de problemas de ingenio y el foro, donde, de momento, el tema estrella es la matemática básica.
La puedes visitar en http://www.canalingenio.org

mayo 15, 2006

Vivienda digna

Bien. ¡Bien!
Jóvenes de ciudades de toda España despiertan levemente y usan las nuevas tecnologías para concentrarse en contra de los precios de la vivienda.
Ninguna reacción política, por cierto.
Quizá haya aún un poco de esperanza para este país.

El desastre cultural europeo

A lo largo de la historia se ha comprobado repetidamente que el declive cultural de una civilización es el preludio del declive de la civilización misma, por no decir que son la misma cosa.

El Imperio Romano, por ejemplo, a partir del siglo II ó III d.C. empieza a perder calidad en sus obras literarias y en las artes plásticas. Pocos siglos después sucumbe a la invasión bárbara y se inicia en Europa una Edad Media donde la ciencia y la cultura no sólo se estancan sino que retroceden.

Observando la situación cultural actual, enseguida nos damos cuenta: no existen hoy genios en literatura, ni en filosofía, ni en arte. Y los que existen están relegados a un público escaso y acomplejado que apenas sabe reconocer sus méritos. Poco más o menos podríamos decir en el campo de la ciencia. Y respecto de la técnica, ha sido tomada por las empresas.

Extrapolando las situaciones que se han vivido a lo largo de la historia sobre el momento actual, podemos prever que probablemente la civilización occidental está entrando en decadencia. Culturalmente alcanzó su cénit en el siglo XVIII, y en ciencia y tecnología vemos una clara desaceleración: se acabaron los proyectos espaciales, la informática ha abandonado su desarrollo exponencial, los recursos energéticos se encarecen y ya hay tanto descubierto que es muy difícil aportar algo nuevo.

Exequia

Otra vez la construcción se desvanece. Pero ya soy otro que el que era. Trabajador, estable, curtido, viejo. Más sociable, más cerrado, demasiado educado para la ira que en mí provocan los que han olvidado sus nuevos o sus viejos dioses y sólo adoran al saldo de su cuenta corriente. Nuevamente estoy solo. La soledad repentina me mueve a la acción. Pero mi edad y mis responsabilidades ya no me dejar hacer nada. Deseo moverme, beber, practicar la locura adolescente de cuando me quedé solo por vez primera. Estoy atado y solo. Me até a un árbol estando acompañado pero ahora se han ido todos y no puedo deshacer el nudo. Se ven personas, pero están atadas también. O acompañadas. O muy lejos. Los días de vacaciones se transforman en tortura. Los días de trabajo se transforman en tortura. Salir es una tortura. El mundo es ya una cárcel. Todo lo que hago carece de utilidad, porque por mi alma se ha levantado una ventisca que me hiela, y se lleva los frutos de mis actos. El nihilismo se me acerca. Me ha encerrado en su dama de hierro. Mi alma sangra, y se desangra. Tuyo ha muerto.

Pilas de hidrógeno: ¿el futuro?

De la ciencia química conocemos que al quemar 1g de hidrógeno obtenemos nada menos que 142 kJ, es decir, la energía suficiente para, digamos, subir la temperatura de un litro de agua líquida en unos 68ºC; o para elevar una masa de una tonelada (un coche grande) a casi un metro y medio del suelo. Insisto: con un solo gramo de hidrógeno.
Además, la combustión del hidrógeno es muy limpia: 2H2+O2 -> 2H2O+energía, es decir, sólo emite vapor de agua.
El problema es que el hidrógeno no se encuentra aislado en la Tierra, sino combinado con otros elementos. Uno de ellos es el oxígeno, con el que se combina para dar agua o agua oxigenada, según las proporciones. Combinando 1g de hidrógeno con 9g de oxígeno obtenemos casi 10g de agua y la masa que se pierde se convierte en energía, normalmente en forma de calor. Esta energía, por tanto, si queremos volver a separar el hidrógeno del agua, hay que "devolvérsela" de un modo adecuado (no vale simplemente con calentarla, salvo que sea a temperaturas altísimas).
Una forma muy conocida de obtener hidrógeno es mediante una pila. Si introducimos dos terminales en un vaso de agua salada, observaremos que de ambos se emiten burbujas. Estas burbujas son de hidrógeno (en el polo negativo) y de oxígeno (en el positivo). Canalizando este hidrógeno adecuadamente, es posible almacenarlo en envases a presión -por supuesto con un gasto adicional de energía-.
La energía que obtenemos quemando hidrógeno es la misma que debemos aportar para separarlo del oxígeno (a la que debemos añadir la necesaria para almacenarlo), así que uno se pregunta qué beneficio se obtiene de todo esto. Energía, ninguna, desde luego, pero beneficio sí, ya que energía en la Tierra hay más que de sobra: la que viene del Sol.
El Sol envía una cantidad verdaderamente enorme de energía a la Tierra. La mayor parte de ella se devuelve al espacio (si no fuera así, la temperatura terrestre sería de miles de grados). El resto provoca el ciclo del agua y mantiene una temperatura relativamente estable en las diversas zonas del planeta. Desde que existe la vida, los vegetales han aprovechado esta energía para sintetizar glucosa: su principal "alimento", que después aprovechan los animales. La energía eólica no es más que la transformación de la energía solar que provoca las corrientes en la atmósfera (junto con la rotación de la Tierra y la gravedad del Sol y la Luna). La energía del petróleo no es más que la almacenada por millones de seres vivos a lo largo de la historia de la Tierra. En definitiva, toda o casi toda la energía de la que disponemos en la Tierra proviene en última instancia del Sol.
¿Y por qué no usamos la energía solar directamente? Sabemos transformar la energía solar en electricidad gracias a Einstein, que predijo el efecto fotovoltaico (la base teórica de las placas solares). Pero la humanidad del siglo XXI exige energía "aquí y ahora", es decir, necesita un flujo energético portable y constante, y el Sol no cumple esos requisitos, debido a que se puede nublar o, sencillamente, se hace de noche. En conclusión, el problema de la energía solar es que no se conocía ninguna forma de almacenarla.
La electrólisis antes expuesta y las placas solares nos dan la respuesta tecnológica: ¿por qué no usar la energía solar cuando y donde esté disponible para almacenar hidrógeno, y así poder almacenar la energía y transportarla?

Posiblemente aún no se haya hecho porque las compañías petroleras quieren hacer su agosto antes de que llegue la revolución que nos espera. En cualquier caso, seguramente sea la salvación de la civilización occidental.

La masa total del universo y la velocidad de la luz

Consideremos un mini-universo que contiene un cuerpo de masa m1 y una cierta cantidad de energía E (por ejemplo, en forma de calor o radiación o de alguna forma menos entrópica que la masa) , que, debido a algún ignoto proceso, se transforma en otro cuerpo de masa m2 que adquiere respecto del otro velocidad inicial nula. Esta energía inicial era, por tanto, m2·c^2, donde c es la velocidad de la luz en el vacío en dicho universo.
Supongamos que los dos cuerpos se encuentran a una distancia d. El sistema de masas así formado tiene una energía potencial gravitatoria de G·m1·m2/d, una vez que el campo gravitatorio surgido del segundo cuerpo afecta al primero, lo que ocurrirá tras un tiempo d/c.
¿De dónde ha salido esta energía potencial? Necesariamente de la energía inicial que se transformó en materia.
Por tanto m2c^2=Gm1m2/d, es decir c=(Gm1/d)^(1/2).
Si extrapolamos este resultado al universo real, podría conjeturarse que el cuadrado de la velocidad de la luz es proporcional al potencial gravitatorio de todo el universo.
Por desgracia, está fuera de mis conocimientos si este potencial gravitatorio es o no constante.

Último instante

Aunque por el título lo parezca, no voy a alargarme más en el tema anterior. Último Instante es el nombre (traducido) de mi último descubrimiento musical: Letzte Instanz. Es un grupo que une diversos estilos -sí, lo que siempre se dice, pero es que esta vez es cierto-. Suena a Korn, a Silmarils, a Deine Lakaien, a Göttes Erben, a Faith of the Muse, a Rage Against the Machine y, por supuesto, a ellos mismos. También -no todo es perfecto- a Him. Si te gusta el Rock Gótico, deberías darles una oportunidad.
Quiero recalcar que la mezcla que he comentado no es un tópico. Su música, incluso dentro de un mismo álbum, es tremendamente variada. No es que tenga un "estilo mezcla", sino que tiene varios estilos.
Además, como otros tantos grupos alemanes, hace polifonías de hasta 4 ó 5 instrumentos melódicos, lo que le da un excelente toque de calidad a su música.