febrero 01, 2011

Una táctica para madres y padres

Si su hijo se pone muy pesado con un caprichito, no tienen más que hacer lo siguiente: calculen cuándo cierra la tienda donde lo venden y aguantan hasta un rato antes.
En ese momento, si el niño sigue pesado, díganle que vale, que sí se lo van a comprar, y entonces se van con él a la tienda. Si lo han hecho bien, para cuando lleguen allí, estará cerrada, y entonces el niño verá que su capricho es imposible y desistirá. Y probablemente se le pasen las ganas, al menos por un tiempo.
Esta táctica se me ha ocurrido viendo lo que ha hecho EE.UU. con su "reforma sanitaria". A ellos les ha funcionado muy bien.

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