mayo 19, 2011

Donde dije "digo" digo "Diego"

La del 15 de Mayo parecía una de tantas salidas a la calle con más o menos afluencia, pero que cuando acaban todo sigue igual. Pero el 17 de Mayo se empezó a oír hablar de acampadas, de lucha (pacífica) permanente.
Los grandes medios, que podrán estar más o menos en contra, ya no pueden ocultarlo ni tergiversarlo en exceso (salvo algún que otro caso ridículo), porque la gente lo está viendo al salir del trabajo, al ir a tomarse un pincho, o al salir del cine.
Y ayer miércoles, por fin, me decidí a ir. Caían chuzos de punta, pero no me importaba. Se habían prohibido las acampadas de Madrid y Granada con la excusa de una pretendida "defensa de la libertad". Creo que no hace falta explicar que prohibir una manifestación pacífica para defender la libertad da risa o asco, según como uno se lo tome. A mí me dio asco, me pudo más el corazón que la cabeza y salí a la calle, aunque fuera sólo por solidaridad con los manifestantes de esas dos ciudades.
No se me da muy bien calcular cantidad de gente a ojo, pero yo creo que habría como 500 personas. Había tormenta, pancartas, lemas coreados en contra de la autodenominada democracia y de los banqueros, coches de Policía, que no intervino y algunos de mis amigos. No había banderas, ni símbolos políticos, violencia ni vandalismo.
Mis amigos y yo nos fuimos a cenar para asistir más tarde a una asamblea en la cual hubo reparto de tareas. Ahora mismo el objetivo parece ser difundir el ideario y actividades del movimiento dentro y fuera de las redes sociales. En una palabra: organización.
Hay ideas, a las que no han querido poner un nombre, ni un símbolo, ni una bandera -lo que quizá tenga su lado bueno y su lado malo.
Hay organización y muchas ganas.

Quizá todo esto acabe sirviendo para algo, después de todo. Y no quiero dejar que pase sin haberlo intentado.

No hay comentarios: