mayo 31, 2009

Capitalismo y nacionalismo

Numerosas personas dicen estar en contra del nacionalismo, por ser éste un medio para manipular a las masas y enfrentarlas, como antaño fue la religión.
Sin negar este argumento, diré que mientras permanezca instalado en todo el mundo este modelo económico -a saber, la ley del más fuerte-, el nacionalismo puede tener algunos efectos beneficiosos.
Si bien una tradición no tiene por qué ser buena, algunas merecen ser conservadas y continuadas, por constituir parte del patrimonio cultural de la humanidad. En la actual situación, muchas de estas tradiciones corren peligro, debido al excesivo poder del capital y de su más abyecto instrumento, la propaganda. Un nacionalismo moderado a veces ayuda a las gentes a valorar su cultura y sus tradiciones, que, en consecuencia, protegen con más tesón.
Este nacionalismo moderado consistiría en valorar las diversas naciones o identidades culturales y su patrimonio, sin que por ello enfrentemos unas con otras, ni ensalcemos una nación por encima de las demás.
Por desgracia, mantener en todas las personas esa moderación es francamente difícil, en especial, por el bombardeo constante que recibimos por parte de los medios de comunicación: política, deporte... El miedo a lo desconocido y la falta de referentes éticos más sólidos conduce a muchas personas al nacionalismo fanático, xenófobo y excluyente que tanto daño lleva haciendo desde el romanticismo.
Es necesario acabar con la plutocracia, y después, con las naciones (o mejor dicho, con la división política del mundo en base a las naciones). Protegemos así nuestro patrimonio cultural sin necesitar una excusa irracional, entre otros muchos -y más importantes- beneficios. Pero entre tanto, una pizca de nacionalismo quizá sea beneficiosa.

6 comentarios:

Swann dijo...

¿Qué significa para ti "nacionalismo moderado"? ¿Moderado en qué?
Por ejemplo, si McDonalds y el Excmo. Sr. Alcalde deciden construir un restaurante de metacrilato decorado con un payaso de neón al lado de la catedral de Burgos, ¿lo moderado es permitir el edificio pero prohibir lo del payaso?
No creo que se trate de un problema de moderación o no, sino de nacionalismo agresivo-invasor -como el español o el yanqui- o nacionalismo defensivo, como el vasco o el bolivariano.
Por otra parte la gran ventaja del nacionalismo es que (si lo es realmente, y lo es radicalmente) constituye una de las mejores armas contra la globalización.

AJotAtxe dijo...

Parte de la entrada está dedicada a explicar qué quería decir con "nacionalismo moderado", en un párrafo hacia el centro de la misma. Moderado en el efecto de su irracionalidad: dar importancia al sentimiento nacionalista, pero no por encima de cualquier otra cuestión, sino simplemnte como una forma de apreciar algunos de los bienes culturales de cada zona.
En cuanto al ejemplo del edificio de metacrilato al lado de la catedral de Burgos, creo que si tal disparate se llegara a dar (y no me extrañaría dmasiado), no sería por el afán expansivo de Estados Unidos, sino por el afán expansivo de McDonalds. Hay otros muchos ejemplos de atentados contra la estética donde patrimonio y agente invasor son tan españoles ambos como las castañuelas o la paella. Se me ocurren ahora las típicas tiendas de libros o de discos "El Corte Inglés" metidas en el casco antiguo de una ciudad.
Lo que de verdad hace daño es que se pongan por encima del patrimonio cultural los intereses de una multinacional. El interés privado por encima del colectivo.

Dizdira Zalakain dijo...

Ya había leído el párrafo, pero no podía creer que esa fuese para ti una definición de "nacionalismo moderado".
De hecho, ahora vuelves a definir "nacionalismo moderado" como aquel que se limita a "apreciar algunos de los bienes culturales de cada zona."

Existía un vídeo del No-Do en YouTube, que por desgracia ha sido borrado, en el que se aprecia el interés de Franco por la cultura catalana. En esta página se incluye el texto del locutor: échale un vistazo.

http://ca.netlog.com/go/explore/videos/videoid=ca-601438

Según tu definición y ese documento histórico, el franquismo era un ejemplo de nacionalismo catalán moderado. Si no quieres opinar igual que Losantos, deberías revisar esa definición.
¿Qué tal definir nacionalismo como lo que auténticamente es, independientemente de definiciones capciosas que lo asocian con violento si radical y no violento si moderado? Que, cada vez que se habla de nacionalismo salga la letanía de la violencia, o de la intolerancia es muy significativo de un lavado de cerebro mediático. Igual que cuando se habla de comunismo y sale el típico oyente de tertulias preguntándote si te parece bien lo del Gulag. Mi respuesta es "Para ti sí, capullo". El comunismo no es ni ser un mierda sociata ni un genocida, a pesar de que la tele, la radio y la demás basura mediática nos lo presente como esa dicotomía.
Pero, ¿qué tal si definimos el nacionalismo como lo que realmente es, y no como la otra dicotomía que nos venden y en la que tú pareces caer: folclore o genocidio? Por ejemplo: nacionalismo como deseo de que una nación tome sus propias decisiones sin injerencias externas.

El ejemplo del McDonalds no era un ejemplo de expansionismo de USA, sino de defensa de los bienes culturales de España frente a la globalización capitalista. Es decir, era un ejemplo de la necesidad de un nacionalismo defensivo (radical o moderado) y no de naciomalismo ofensivo. De todos modos, creo que semejante aclaración sobra. Yo creo que estaba claro.

Swann dijo...

Perdona, el mensaje anterior no era de Dizdira, sino mío, de Swann. Es lo que tiene compartir ordenador ;)

AJotAtxe dijo...

"Nacionalismo como deseo de que una nación tome sus propias decisiones sin injerencias externas"

Si ésa es la definición de nacionalismo, yo no soy nacionalista. Así como estoy en contra de que una persona pueda tomar sus propias decisiones sin injerencias externas, estoy también en contra de que lo haga una nación. Lo cual no significa que esté en contra de ciertas decisiones que han tomado ciertas naciones.
Pero, ¿qué ocurre, por ejemplo, si a la nación A, que tiene costa con el mar B, se le ocurre que la mejor forma de deshacerse de su basura es lanzarla a este mar B? ¿O qué ocurre si la nación C decide que los rubios de su país deben pagar el triple de impuestos que los demás?
Sería difícil regular qué tipo de decisiones puede tomar una nación y cuáles no, así como es difícil legislar sobre los derechos y deberes de las personas, pero en cualquier caso, parece que el "haz lo que te dé la gana" no es la mejor solución.

Por otra parte, creo que la mejor forma de enfrentarse a la globalización capitalista, no es luchar contra la globalización, sino contra el capitalismo. Siguiendo con el ejemplo del McDonalds, a mí no me parece mal que el dueño de un restaurante de Texas decida comprar un local en Burgos e intentar vender ahí sus porquerías. Me basta con que no destroce la estética del casco antiguo o de algún otro lugar con encanto.
Es decir, lo grave no es que haya un restaurante americano en Burgos, sino que la inmensa fortuna que tiene cierta empresa le permita plantar el restaurante donde y como le dé la gana.
Lo que defiendo en mi entrada es que el nacionalismo puede servirle a cierta gente para darse cuenta de que eso no está bien, siempre y cuando no haya ningún poder efectivo que lo impida. Pero la verdadera razón de que eso no está bien, de que la globalización capitalista no está bien, no es que sea una globalización, sino que sea capitalista.

Swann dijo...

El ejemplo del vertido al mar no es un ejemplo válido de lo que mi
definición recomienda, sino un ejemplo de lo que mi definición prohíbe, puesto que los vertidos a las aguas territoriales propias
necesariamente afectarán a las aguas territoriales de otros países. Y eso sería precisamente una injerencia en los asuntos de naciones ajenas.
El ejemplo de los rubios perseguidos ciertamente no lo elimina el nacionalismo, pero ¿lo eliminaría la globalización? Si en un mundo globalizado se decretase la eliminación sistemática de los rubios, los rubios no tendrían escapatoria alguna. En un mundo de naciones independientes y sin injerencias externas, los rubios tendrían la esperanza al menos del exilio. Como dice Extremoduro "El mundo (globalizado) es una prisión"

Esta última consideración creo me ahorra explicar por qué, al contrario de lo que tú opinas, creo que la globalización es un mal aun mayor que el capitalismo. En primer lugar, la globalización no tiene por qué ser buena. De hecho muy optimista hay que ser y muy poco hay que conocer al ser humano y a la historia para pensar que se va a globalizar lo bueno y no lo malo.
Y en segundo lugar, siempre hay que pensar que lo que para ti es bueno, tal vez no lo sea para otros. Globalizar a la humanidad, aunque sea para bien, será a costa de lo que es mejor que bien.

Por último, si el capitalismo tiene algo absolutamente malo es precisamente que tiende a ser global y por eso definitivo. Si no fuera por eso, no sería peor que el feudalismo o cualquier otro sistema de explotación de la historia.
El capitalismo es una enfermedad social o virus distinto a los anteriores, porque solo puede sobrevivir extendiéndose por la totalidad del organismo hasta la completa destrucción de éste.