mayo 30, 2009

Otra La democracia es posible

Con una serie de medidas, podríamos construir un régimen democrático de verdad. Claro está que no nos vendrá dado: habrá que luchar por ello.

Estas medidas podrían ser:
  1. Como medio más que como fin, internet gratuito para todos.
  2. Parlamento formado por personas y no por partidos políticos.
  3. Los parlamentarios y aspirantes a serlo exponen sus ideas en un blog. Los llamaremos blogistas.
  4. Cualquier ciudadano podrá votar a favor o en contra, o no votar (mediante algún método razonablemente seguro que impida fraudes) a cada blogista. Los votos positivos suman 1 y los negativos, -1. Cada vez que alguien vota a un blogista, cambia su voto, no lo suma. Por ejemplo, si los ciudadanos A y B votan a favor del blogista Z y C vota en contra, la puntuación de Z sería 1+1-1=1. Si posteriormente el blogista Z dice algo con lo que A no está de acuerdo, éste podría retirar su voto, con lo cual la puntuación de Z sería 0+1-1=0. Si lo que ha dicho Z ofende tanto a A que además decide votar en su contra, su puntuación sería -1+1-1=-1.
  5. Los blogistas con votación más favorable se convierten en parlamentarios. Hay un número fijo de parlamentarios, que podría variar según la población (¿un parlamentario por cada 100.000 habitantes?). Si, por ejemplo, hay 300 parlamentarios, los 300 blogistas con más puntuación son parlamentarios. La condición de parlamentario se puede perder o ganar a las 0:00 (por ejemplo) de cada día, según la clasificación de los blogistas en ese momento.
  6. Los parlamentarios están obligados a participar en las votaciones de las leyes, aunque sea absteniéndose, y a manifestar claramente en su blog la opción que han elegido (si así lo desean, de forma razonada).
  7. El medio propagandístico de los blogistas debe ser única y exclusivamente el blog y los discursos orales (privados o públicos) del blogista en persona. Nadie puede hacer propaganda de un blogista a cambio de dinero u otros favores materiales. La función del blog y los discursos es dar a conocer el programa, no perpetuar en el poder a los que más dinero tengan.
  8. Un blogista no puede comentar en blogs de otros blogistas, ni pagar a nadie para que lo haga. En su propaganda no debe hablar de otros blogistas, sino exclusivamente de sus ideas y su programa.
  9. Los blogs de los blogistas deberán ser adecuadamente registrados en una web a tal efecto, donde se dé acceso sencillo a todos los blogistas en igualdad de condiciones. Podría indicarse mediante un símbolo sencillo (un asterisco, por ejemplo) cuáles tienen en ese momento condición de parlamentario.
Quizá en otra entrada hable de lo que yo pondría en mi blog si yo fuera blogista.

1 comentario:

Swann dijo...

Hola Ajotatxe:

No voy a discutir los puntos de tu democracia alternativa porque me parece que hay algo previo a cualquier elaboración política utópica: preguntarse qué medios son precisos para poner en práctica esa utopía y averiguar si tales medios están al alcance.
Hay un cuento muy conocido de unos ratones que debaten cómo evitar que les coma el gato. A uno se le ocurre ponerle un cascabel para que así puedan escapar a tiempo. Pero ¿cómo ponerle el cascabel al gato?
En el caso que planteas ¿cómo convencer a los oligarcas que nos dirigen desde dentro y fuera del estado español para que pongan en marcha o al menos no impidan poner en marcha tu sistema?
Utopías se han elaborado muchas a lo largo de la historia. Métodos racionales para alcanzarlas, yo solo conozco uno, por mucho que puedan buscársele defectos: el marxismo.